Ulaanbaatar -dia 70-
Si, amigos, de nueo aqui. Mongolia es una especie de remolino que, no importa donde vayas, siempre te vuelve a escupir con fuerza a la fria capital.
Tras el regreso del Gobi, aun pasamos varios dias en Ulaanbaatar, entre museos, celebraciones, despedidas y plan lagarto. La vida en el hielo no es facil, y duele. Se puede salir a la calle, por supuesto, incluso el primer contacto con los -40 grados de algunas noches es menos doloroso de lo que cabria imaginar: uno sale disfrazado de su propio armario dejando una ranura para poder ver algo, y sale tras la cortina de humo que, en plan «lluvia de estrellas» se forma al abrir la puerta. Vale, ya estas fuera. Con la primera bocanada de aire seco es inevitable no toser, pero en seguida el cuerpo se acostumbra (sin quitar merito a las camisetas y mallas termicas, las seis capas que le siguen, bufanda, gorro, botas y todo lo que la imaginacion pueda sugerir) y los primeros minutos de aire «fresco» resultan casi agradables despues de los 10 minutos que pasaste vistiendote. Pero conforme pasa el tiempo la situacion cambia considerablemente, y los paseos o recados se convierten en pruebas de resistencia… de hecho, si uno es buen observador, se puede fijar que todo el mundo lleva bastante prisa. En la calle, parece que el tiempo se detuvo, las botellas de cervezas rotas del suelo quedan congeladas tal y como en el instante que cayero, al igual que todo tipo de desechos humanos (no me recreare en detalles escatologicos para mantener el buen nombre del blog) y los carambanos que penden amenazantes sobre nuestras cabezas. Pero la vida sigue, y mientras se sienten los dedos de los pies, Ulaanbaatar es nuestra, y la explotamos a fondo.
Que si, que si, que hace frioI |
El lunes, por fin, tras varios dias intentandolo, dejamos abajo el helado asfalto y la caotica jungla de coches que escapan de su propio humo, y marchamos a las montanias del parque de Terelj; a tan solo 50 km de la capital, uno se encuentra aislado en un valle de alta montania. Fuimos Kimmo, Fatima y yo, y de nuevo nos alojamos en un ger familiar perdido entre las montanias. Pero a ese valle le caimos bien, y nos tenia varias sorpresas reservadas:
De Mongolia III |
De Mongolia III |
Son las 8 de la maniana y tienes a una ninia de 1 anio (a como sale el kg de enies?) llorando, gritando, y saltandote encima… vale, sera hora de levantarnos. Desayuno con la familia y salimos a explorar esos valles que no habiamos podido ver la noche anterior, estaba oscuro y aunque el cielo era bien bonito, la estufa lo era mas. Para donde el monasterio? Vale.
Subiendo hacia el circo del valle, y tras un porton que daba al recinto sagrado se alzaba el monasterio, en la falda de la montania y al final de una larga escalinata. Para llegar a el habia que cruzar un puente colgante de madera y subir por la montania. Sin palabras para describir lo que se sentia desde arriba, a ver si estas fotos me echan una mano.
De Mongolia III |
De Mongolia III |
De Mongolia III |
De Mongolia III |
De Mongolia III |
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Al dia le quedaba mucho mas, la familia nos propuso salir por la tarde a montar a caballo por el valle, y por educacion, no ibamos a rechazar la oferta. Asi que tras comer media vaca cada uno marchamos hacia el ger de los vecinos (media hora andando) y, tras el te salado y las pastas de rigor que entraron con bastante dificultad, y unas breves nociones de hipica, salimos a trotar y galopar por las montanias. De nuevo, sin palabras. Puesta de sol sobre las montanias, a lomos de un caballo, en Mongolia… le daban a la situacion todavia mayor sensacion de surrealismo.
De Mongolia III |
De Mongolia III |
De Mongolia III |
Al volver al ger e intentar empacharnos de nuevo (con excelente resultado) aun pudimos jugar a las tabas (juego de mesa nacional) y ver la telenovela de moda en el pais, antes de dormir.
Tanto nos gusto el valle y la familia que decidimos prolongar la estancia un dia mas para recorrer montanias y respirar un poco de aire fresco (sobre todo fresco!!!) antes de regresar a casa. Y si, todo acaba, el dia 24 nos levantamos toda la familia a las 7am, y tras un cocido contundente de arroz con carne emprendimos el camino hacia la parada del autobus (1 hora de marcha). Nochebuena atipica: recorriendo un bosque de noche a no mas de -30 grados, buscando la parada del bus. Me venia a la mente el contraste con la otra nochebuena que pase fuera de casa, muy lejos de aqui, en Senegal, en pantalon corto y con el motor de la barca averiado en medio del rio Casamance, escuchando los sonidos de la selva y despreciando el calor que ahora me faltaba.
Nevaba ese dia en el pais del eterno cielo azul, pero aun asi salimos toda la improvisada familia que hemos ido creando en estas ultimas semanas en Ulaanbaator para buscar algo que comer y algo que beber. Y lo encontramos!
Maniana de Navidad
De Mongolia III |
Ahora ya es momento de despedidas, hoy casi todo el mundo ha salido para Beijing. Es probable que nosotros lo hagamos maniana, en la opcion barata, con varios trenes y pasos transfronterizos atipicos, las mejores decisiones son las que se improvisan en el momento. Y ya puestos, aprovecho para anunciar que no se que sorpresas nos deparara el viaje a partir de ahora, aun no tengo claro ningun itinerario por China, pero es muy posible que amplie el visado a 2 meses, y alli se abren muchas opciones: esta la via del sur, hacia Vietnam, como estaba pseudoplaneado en un principio. Esta tomando fuerza la opcion de subir al Tibet y aparecer por Nepal cruzando el Himalaya, e incluso de vez en cuando aparecen flotando por la mente nombres como Japon, Corea, Taiwan o Filipinas… Asia es tan grande que marea, y en muchas ocasiones no es facil decidir.
Mas informacion, proximamente en sus pantallas!!!